martes, 23 de octubre de 2012

¿La estrategia equivocada?

En medio de una brutal crisis económica, España ha decidido salir de la inactividad que la embriagaba y ha realizado serios y duros ajustes en su economía siguiendo el rígido y formal método de Alemania.



Sin embargo, aunque la economía es global, no es igual para todos: Cada país debe tener sus estrategias propias de crecimiento y prosperidad. El modelo alemán se ha convertido en estos años, en la pócima que todo lo cura; pero, ¿y si no es así? 
Alemania siempre ha tenido obsesión por el déficit, miedo a la inflación, y una larga historia de especialización industrial. No tiene ningún sentido copiar la austeridad alemana, multiplicándola brutalmente, como si fuera un dogma, ni salvaguardar todos los bancos. Que quede claro que no estoy diciendo que no haya austeridad, ni que haya que dejar caer a la Banca, que, como ya dije, ambas son impensables.

Las estrategias económicas tienen elementos universales que la Alemana también incluye: 
  • La necesidad de establecer un sistema bancario viable y transparente, que de confianza a los ahorradores, reactive las inversiones productivas y deseche las inviables. 
  • El encontrar el equilibrio entre el gasto público, el consumo, y el ahorro privado; pero no necesariamente, pero este equilibrio no exige un déficit del 3% alemán que se ha puesto tan de moda. 
  • El mantener la estabilidad de precios con un Banco Central ajeno al Estado (de ahí la importancia de seguir en el Euro, ya que si no, volveríamos a la Peseta, entraríamos en una hiperinflación que destruiría la economía, la sociedad, y la Democracia). 
  • También es necesario flexibilizar el mercado de trabajo y disminuyendo sus costes, creando de nuevo crecimiento.


Además de esos valores universales, debe haber valores únicos de cada economía, como deberían ser: 
  • El fijar un nivel de déficit, que, como ya he dicho, no tiene por qué ser del 3%, puede ser del 2% o del 4%; eso ya dependería del Estado español. 
  • Se debería probar el impuesto negativo sobre la renta, que permitiría a todo el mundo organizar su seguro laboral.
  • Privatizando los medios de jubilación y de atención sanitaria, ofreciendo la posibilidad de optar entre el público y el privado.
  • Purgar el sistema bancario, dejando caer a un numero reducido de bancos que no fueran capaces de sostenerse, y fusionando al resto, dejando a los que fueran viables: Son una empresa como otra cualquiera, pero indispensables para la economía.
  • Y también deberíamos incluir en este modelo español la reducción de políticos: Alemania tiene 81.302.329 habitantes, y tienen 150.000 políticos; España tiene 47.190.493 habitantes y 445.568 políticos.
Si al final, encontráramos un modo propio de salir de la crisis económica, que funcionara y satisficiera a la población, podríamos imponer nuestro modelo al alemán, que puede que no esté siendo la cura para todos los males, sino el origen de ellos.

Sinceramente pienso que sería mucho más lógico, crear un modelo propio: Los distintos países han evolucionado de manera distinta y tienen economías diferentes: No tiene sentido salir todos por la misma puerta si estamos en habitaciones distintas. Si buscáramos un modelo económico, basado en la economía natural española, que incluyera los puntos universales anteriores y varios de los valores únicos, junto con más decisiones tomadas por especialistas, reforzando la banca (pero dejando caer o permitiendo la compra de bancos inviables), siendo austeros, pero fomentando el gasto social, seguro que saldríamos de la crisis reforzados y mirando a Alemania sin necesidad de estar observando un ejemplo.

¿Qué creéis vosotros?
¿Debería el Gobierno español replantearse sus políticas, cambiarlas, y salir de la crisis creando un modelo propio, más eficaz y útil para el Estado y la sociedad? ¿O debería seguir los pasos de Alemania? Al fin y al cabo ella es el motor de Europa...

Firmado: Luis Miguel Carazo

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