Una
pareja de leesbianas se sentó
en una de las mesas de un tradicional restaurante ubicado en la calle
Junín, en
Medellín
Antes
de hacer su pedido se dieron un beso, y
por
esa razón
el camarero
no
les atendió.
Pidieron
explicaciones, el administrador del restaurante les dijo que en su
local podía entrar cualquier persona, pero que se comportaran.
La
pareja permaneció sentada en la misma mesa. Sin embargo, sólo
fueron atendidas después
de más de una hora,
cuando funcionarios del Centro para la Diversidad Sexual y de Género
llegaran al sitio y hablaran con el administrador.
Este
caso de discriminación no es fortuito en la ciudad. De acuerdo con
funcionarios de ese Centro, aunque no hay cifras consolidadas, en
muchos espacios públicos se presenta discriminación cuando las
parejas gay demuestran su amor.
Sin
embargo, son pocos los que denuncian. Según una abogada del Centro
de Diversidad, las personas LGBTI tienen derecho a denunciar ante la
Fiscalía y la Personería estos hechos de discriminación que, según
la ley, pueden dar desde multas económicas hasta entre uno y 36
meses de cárcel.
Aquí os dejo el enlace.
En mi opinón, la homofobia es algo que considero del siglo pasado. Nos encontramos en un tipo de sociedad en la que todo vale, y si no nos respetamos entre nosotros esto sería un caos. Por lo tanto, para que personas homófobas como los propietarios de este restaurante respeten la sexualidad de los demás, creo que lo más idóneo es penalizarles para que así aprendan a respetar otro tipo de vida, diferente a la suya. Por otra parte, resulta un poco incómodo cuando una pareja, sea heterosexual u homosexual, se dan excesivo cariño en público. En mi opinión, hay un límite en público, cosas que se deberían dejar para lo privado. Y tú, qué opinas?
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