Hoy os traemos esta noticia en la que se habla del Leadership in Energy and Environmental Design (LEED), el cual ha sido un término común en el vocabulario de los arquitectos desde 1998. Desarrollado por la US Green Building Council,
LEED entrega sistemas de clasificación para el diseño, construcción y
operación de edificios de alto rendimiento energético y ambiental.
Además de darle un nuevo significado al “diseño verde” y convertirlo en
una prioridad, LEED fue un éxito al sembrar los ideales verdes en la
cabeza de los arquitectos pero, después de 15 años desde su nacimiento,
¿sigue siendo realmente necesario?
LEED tiene una serie de pros y contras. Gracias a él se estableció un
marco ajustable para el diseño sustentable y también ha legitimado el
diseño verde como una inversión empresarial. A pesar de sus muchas
ventajas, los estudios realizados por McGraw-Hill y Turner Construction
muestran que ha habido una disminución en la cantidad de empresas
estadounidenses que buscan esta certificación. En 2008, el 61% de las
empresas estadounidenses buscaron la certificación LEED. Este año, el
porcentaje ha bajado a un 48 por ciento.
Una de las razones de esta disminución se debe a los altos costos de
LEED y la dificultad del proceso de certificación. Los autores del
estudio de Turner creen que las empresas que han adquirido mayores
conocimientos sobre la edificación sustentable se han alejado de la
dependencia de LEED como guía. De hecho, el 52 por ciento de las
empresas indicaron una preferencia por sus propias normas internas en
vez de seguir las directrices y la lista de LEED.
Aunque el deseo
de llegar a ser certificado LEED está cayendo, la sustentabilidad sigue
siendo uno de los mayores propósitos de la arquitectura en la
actualidad. Las encuestas muestran que los diseñadores y los
constructores anticipan un aumento del número de proyectos verdes en el
futuro de sus oficinas.
El mercado de la construcción ecológica ha crecido enormemente desde
los $10 mil millones en 2005 a un estimado de $85 mil millones en 2012.
Hay expectativas de que el mercado llegue a los $200 mil millones en
2016, según el informe de Dodge. El 51% de las empresas dijeron a Turner
que esperan que cerca de 2/3 de sus proyectos sean verdes en el 2015,
casi el doble en comparación con el porcentaje del 2008. Una tercera
parte de los constructores residenciales de Estados Unidos espera
“dedicarse totalmente” a la edificación sustentable para el 2016.
Aunque
LEED impulsó la intención de crear edificios verdes, parece ya no ser
una guía para las empresas. Éstas ya no parecen estár generando diseños
verdes para acumular puntos en la escala LEED, sino más bien por bajar
sus costos de operación y para responder a la creciente demanda de los
clientes y el mercado.
Nosotros opinamos que LEED es un proyecto que empezó muy fuerte pero que se ha ido decayendo poco a poco debido a los elevados costos de su certificación, y porque en los últimos años tampoco es que haya sido una cosa necesaria a la hora de construir un edificio verde, era sólo para darle más caché.
Aunque si es verdad que los constructores están empezando a montar edificios verdes más a menudo debido al bajo coste y a un gran beneficio que puede tener.
¿Y vosotros que opináis de LEED, debería de no aplicarse a los constructores o sigue siendo algo que ay
uda a vender edificios?
Firmado: Jose Carlos Peón Alejo y Moisés Pérez Carvajal.
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