La reforma educativa del PP que salió a la luz allá por el mes de julio y que aún no está vigente no deja de crear polémica, las movilizaciones estudiantiles se suceden sin descanso, si bien aisladas y con poco poder de convocatoria que hace imposible frenar la mayoría absoluta del gobierno.
Lo que es obvio es que se aprovecha la coyuntura de la crisis para satisfacer la ideología de la derecha española y no para mejorar la calidad del sistema, como se deja claro en el cambio de la asignatura de educación para la ciudadanía por "educación ética y constitucional, alejada de temas controvertidos"
A estas medidas y al conflicto catalán que posee un frente abierto en este ámbito desde que el ministro expresase su deseo de "catalanizar" a los estudiantes para que "se enorgullezcan" de ser españoles se suma la oposición al pedir la eliminación de la materia de religión en la enseñanza pública sin aceptar de ninguna forma la posición de la ética como optativa.
El conflicto está sembrado en una balanza desigual, la mayoría posibilita al gobierno a hacer lo que le parezca sin tener nada en cuenta. Al menos podemos opinar.
Que la religión debe estar fuera de los centros públicos no me cabe ninguna duda, España es un país laico y con libertad de culto... ¿por qué se oferta solo una religión? ¿por qué debemos pagar todos la ideología de unos pocos? ¿no es más lógico que la educación religiosa se importa en los respectivos lugares de culto?
Lorena Rodríguez Orozco
No hay comentarios:
Publicar un comentario