¡Hola compañeros! Aquí os dejamos esta interesante noticia.
Después el éxito logrado en la clonación de animales que viven en cautiverio, el Gobierno de Brasil se ha propuesto ahora clonar especies en peligro de extinción y que no sobreviven fuera del medio natural como el jaguar o el lobo crinado. Para ello ha creado un banco de genes en el que ya ha reunido 420 muestras celulares de ocho especies. Falta la segunda fase, la de extraer el núcleo de una de esas células, colocarlo en un óvulo y obtener un embrión de laboratorio.
El éxito no está asegurado. Argentina ha recorrido ya parte de ese camino. Desde que en 2003 logró las primeras vacas clonadas, ha logrado crear embriones de chitas y de tigres en peligro de extinción, colocando el material genético de células adultas de estos animales en óvulos de gata, pero falta la parte más importante: que nazca un animal. India se plantea hacer lo mismo con una especie de oso negro y otra de tigre de la que quedan muy pocos ejemplares.
Hasta 1996 no se logró el primer mamífero clonado a partir de células adultas. Fue la famosa oveja Dolly. A partir de este éxito, la clonación se ha convertido en una técnica de uso creciente cuya única limitación es, por ahora, económica. Su elevado coste hace que se haya utilizado solo en la reproducción de animales de gran valor económico, como sementales de toro de lidia, o sentimental, para reproducir mascotas muy queridas por sus propietarios, casi siempre millonarios.
En cambio, la clonación puede resultar decisiva para evitar la extinción total de especies que no pueden vivir en cautiverio. Sin embargo, hay que plantearse algo más, de poco servirá clonar esos animales si no se modifican al mismo tiempo las causas que les han llevado al borde de la extinción, ya sea la caza masiva de ejemplares o las agresiones al hábitat en el que sobreviven. ¿Qué os parece la clonación de animales? ¿Beneficiaria a los animales en peligro?
Fdo: Fernando Domínguez, Isaac Muñoz
La naturaleza es sabia, y si un animal se tiene que extinguir dejemoslo, ¡que empeño con intentar que no se extiga nada! tenemos que dejar que la naturaleza siga su curso que no somos tan poderosos como para impedirlo.
ResponderEliminarRodrigo Gómez y Helena Volkman.